Clochemerle es una mordaz y divertida sátira sobre la vida en un pequeño pueblo francés. Gabriel Chevallier utiliza su aguda pluma para retratar los absurdos, hipocresías y conflictos que surgen en esta tranquila villa, desencadenados por la instalación de unos urinarios públicos. Con personajes entrañables y situaciones hilarantes, esta obra ofrece una crítica sutil y llena de humor sobre la vida rural, la política y la moralidad de la época. Una lectura ligera pero profundamente reflexiva que arranca sonrisas y provoca pensamiento.