Extinguidos en el Cretácico, hace 65 millones de años, los dinosaurios han acaparado la atención desde los más pequeños hasta los paleontólogos de dinosaurios. No es de extrañar, puesto que son criaturas de enormes envergaduras que a todos nos gusta imaginar como un día campaban a sus anchas alrededor de nuestro planeta. Sus orígenes se remontan a hace 240/230 millones de años aproximadamente, por lo que fueron los vertebrados dominantes en la Tierra por 165-175 millones de años.
Aunque la palabra dinosaurio significa «lagarto terrible» (acuñado por Richard Owen), no se comportaban como reptiles tal y como los conocemos hoy día. De hecho, su forma de caminar era inicialmente bípeda, e incluso recientes investigaciones arrojaron que pudieron ser animales de sangre caliente. Con un metabolismo elevado, lejos de lo que se esperaría de un animal de gran tamaño, serían más ágiles y se hubiesen adaptado más rápidamente a los cambios de lo que se esperaba. Incluso, podrían haber desarrollado habilidades sociales, lo que les hacía vivir en manadas. Razón que explicaría, la forma en como se han encontrado muchos de sus fósiles.