El 18 de septiembre de 1942, Thomas celebró su undécimo cumpleaños. Escondido en el sur de Francia, protegido por guardaespaldas, perseguido por los nazis, no es un niño como los demás. Para la Gestapo vale 724 millones de marcos. Una cantidad que justifica enviar una horda de cazadores tras él. A la cabeza, el más sorprendente de los policías, Gregor Laëmmle, un profesor de filosofía que ha vuelto de todo. La caza infernal ha comenzado. Contra el extraño Gregor Laëmmle, Thomas, con su corazón de niño y su cerebro genial, jugará su vida como una extraordinaria partida de ajedrez. Sólo un testigo del choque de estas dos formidables inteligencias: un americano muy tranquilo que quizás sea el padre de Thomas. Puede ser