Una familia blanca huye de la ciudad en plena revuelta contra el apartheid y encuentra refugio en el poblado rural de su antiguo sirviente, July. Lo que parecía una inversión de roles se convierte en un juego complejo de dependencia, culpa y poder silencioso. Gordimer explora con maestría las contradicciones del privilegio, el miedo y la identidad racial en una Sudáfrica que se desmorona. Novela incisiva, tensa y profundamente humana.