Gertrudis, la tía Tula, asume el rol materno tras la muerte de su hermana, sin abandonar nunca su castidad. A través de ella, Unamuno plantea un dilema moral sobre el poder femenino, la maternidad espiritual y la represión emocional. Es una novela austera, intensa y filosófica, que explora la soledad, la dignidad y la obsesión por el deber. Trágica y profundamente simbólica.