Editorial Vergara.
Olympia Wingfield aun estaba soltera a los 24 años. Cargaba con la responsabilidad de criar a sus incorregibles sobrinos huérfanos. Sin embargo, en sus momentos libres, esta joven estudiosa y distraída se dedicaba a su verdadera pasión: el estudio de las viejas leyendas de piratas y pistas imaginarias que, quizás un día, la conducirían a un antiguo tesoro perdido. No solo debía lidiar con esos sin vergüenzas sino que también tenia que defenderse de los acosos de su vecino. Ese día se había refugiado en su biblioteca, intentando liberarse de las garras de su perseguidor, cuando inesperadamente…