Después de una vida marcada por la guerra y la pérdida, Penélope Keeling, una anciana británica, revisita su pasado familiar al recibir una herencia inesperada. A través de una narración que alterna el presente con recuerdos de juventud, Pilcher construye una historia de secretos familiares, decisiones difíciles y redención emocional. La costa inglesa, las relaciones padres-hijos y el arte —en particular, la pintura— se convierten en elementos centrales de una novela cálida, nostálgica y profundamente humana.