Una joven paralítica es llevada en taxi por un ex-policía franquista que debe acompañarla a declarar sobre un crimen ocurrido años atrás. Durante el trayecto, ambos personajes mantienen un diálogo lleno de silencios, insinuaciones y heridas del pasado. Marsé construye una novela breve pero intensa, donde la memoria, la culpa y la ironía social se entrecruzan en la Barcelona de la Transición. Prosa sobria, diálogos punzantes y mucho subtexto.