Condition of the lot:
Good (just a few signs of use)
Leer observaciones, ver fotos.
Titulo: Todos los nombres.
Autor: José Saramago.
Editorial: Club Circulo de Lectores.
Idioma: Portugués.
Traducción: Pilar del Rio.
Idioma publicación: Castellano.
Fecha impresión: 12/1988
Fecha edición: 1 ª ed,.1998
Encuadernación: Géltex.
Tapa: Dura.
Paginas: 314
Medidas A,L,A: 13 x 21 x 2 cm.
Peso: 365 gr. sin embalaje, portes 6 €
ISBN: 978-84-226-7181-6
Numero ejemplar: 27797
Observaciones: Muy Bueno, interior perfecto, firma y sello anterior propietario, libro no leído o usado.
Estado del Libro: Excelente ejemplar.
IMPORTANTE: Para los compradores nuevos o novel de todocolección que les interese algún lote mío, pregunten todas sus dudas antes de comprar, en Preguntas y respuestas de cada lote, no lo hagan al revés, siendo una perdida de tiempo mía y de ustedes, en todos los lotes esta indicado su precio y portes, muchas gracias.
Sinopsis:
A estas alturas es ya difícil decir algo nuevo sobre José Saramago, uno de los autores más respetados y de mayor éxito de las últimas décadas. Escritos con un estilo fácilmente reconocible, la audacia formal, el tono entre retórico y coloquial, la profunda ironía, sus libros, al menos los más conocidos, abordan temas de gran calado, como la religión, los límites de la democracia o los valores de la sociedad de consumo, utilizando como trasfondo acontecimientos históricos o cataclismos de corte fantástico que sirven como catalizador de una reflexión sobre las flaquezas del ser humano.
Sin embargo, Todos los nombres es un título que, al menos aparentemente, se aparta del discurso trascendente y un tanto grandilocuente que domina la obra de Saramago. En la que probablemente sea su novela más íntima y sencilla, el autor portugués se contenta con narrar la humilde peripecia de un hombre prácticamente anónimo.
Don José, el protagonista de Todos los nombres, es un hombre insignificante y solitario, de esos que suelen pasar completamente desapercibidos y que uno apenas recuerda de una vez para otra. Trabaja en la Conservaduría General del Registro Civil, un archivo caótico y anacrónico donde se guardan los datos de todos los ciudadanos: nombres, parentescos y fechas anotados a mano con caligrafía decimonónica en fichas de papel, millones de fichas, las de todos cuantos viven o vivieron alguna vez que acumulan polvo de siglos en los lóbregos e interminables pasillos de la Conservaduría; un tenebroso laberinto en continuo crecimiento.
Don José es escribiente, el puesto más bajo del rígido escalafón de la Conservaduría, sometida a severas normas que regulan hasta el estado de ánimo de los funcionarios. En un ambiente denso y asfixiante, que ocupa su jornada anotando con parsimonia sus asientos, como si se tratase de una misteriosa contabilidad de vidas y muertes.
Vive pobremente en un cuarto anexo a la Conservaduría, donde se dedica a su única afición, que resulta ser una triste prolongación de su jornada laboral: colecciona recortes de prensa con los datos biográficos de personajes famosos.
Quizá me equivoque, pero estoy convencido de que Todos los nombres es, en realidad, una llamada a la rebeldía. No estoy hablando de una llamada a una revolución política o social, sino de una apelación íntima y personal para que cada uno de nosotros realice esa reflexión sobre nuestra sociedad.