“Los archivos públicos y privados, las memorias, las correspondencias y los testimonios contemporáneos” son las fuentes historiográficas que cita Jeannine Baticle, en el prólogo a esta nueva biografía de Goya, como instrumentos de conocimiento preciso de la trayectoria vital del artista en el contexto de su época. Y, en efecto, Baticle conoce al dedillo toda la documentación habida y por haber referente a Goya y a su círculo de amistades, como demuestra en las numerosas notas. Éstas valdrían por sí solas una publicación, dada su enorme utilidad para el investigador, al cual facilitan la localización de cada uno de esos pequeños hallazgos documentales que van configurando la biografía definitiva del pintor aragonés, fruto de una tarea de paciente rastreo a la que la autora ha contribuido y sigue contribuyendo en este libro, publicado en Francia en 1992.