Esta obra recoge las declaraciones, pensamientos y reflexiones atribuidas a Adolf Eichmann, principal organizador logístico del Holocausto. A modo de testimonio, el libro ofrece una visión cruda de su ideología, su defensa basada en la obediencia a sus superiores y su completa desvinculación moral del genocidio al que contribuyó. Con una mezcla de documental y análisis psicológico, permite al lector confrontar al individuo tras la monstruosidad, evidenciando la banalidad del mal desde su propia voz.