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Antoni Miro
Un volumen encuadernado en Tapa dura (Cartoné). Hoja de guarda.
Editado por el IVAM [Institut Valencia D'Art Modern] Centre Julio González, Generalitat Valenciana, València, 2012
Año de publicación: 2012
Idioma: Español, Valenciano e Inglés
Páginas: 228
Formato: 30 x 24 cm
Ilustraciones a color: 197
ISBN: 978-84-482-5792-7
Biografía:
Antoni Miró Bravo nació en Alcoi, el 1 de septiembre de 1944. Desde muy joven ha dedicado a su principal afición: la pintura. De igual modo, ha cultivado otras actividades artísticas paralelas, como la escultura, el cartelismo, la cerámica, el dibujo. Todo eso, con la consistencia de un trabajo minucioso y marcado por las referencias cívicas, por el compromiso social de un artista que cree en la utilidad y en la capacidad de persuasión de los intelectuales. La trayectoria artística de Antoni Miró es paralela a la biográfica.
La mayor dedicación ha sido la pintura desde 1966. Eran los últimos años del franquismo y, ante la falta de libertad, Miró diseñaba diversas series de influencia expresionista, como "Las Desnudas", "El Hambre", "Los Locos", "Biafra", "Vietnam", "Muerte "o" Realidades". Miró optaba por una línea incisiva y brusca que enfatizaba las formas de las imágenes reproducidas. En series como "El Hombre", a partir de 1968, y con "América Negra", Miró establecía las bases de sus trabajos posteriores, a partir de la experimentación visual en el campo del pop-art y del realismo social. El pintor siempre ha hecho compatible la intencionalidad del contenido social y la búsqueda de un nuevo imaginario producto de un relieve visual. La obra resultante se sitúa dentro del marco expresivo del llamado realismo social; partiendo del medio cotidiano o de la narración histórica, busca, a través de las raíces populares y de la identidad colectiva, un lenguaje plástico adecuado a la voluntad de denuncia de cualquier dominación del poder. Las series posteriores han sido, en cierta medida, herederas de esta finalidad crítica que preocupa al artista en su ámbito personal.
Desde el aislamiento de sus diversos estudios, bien desde Altea, bien desde la masía de Sopalmo, en la comarca de l'Alcoià, ha estado constantemente conectado con la inteligencia más destacada de cada momento, tanto a nivel nacional como internacional, un reto que le lleva a mantener una relación epistolar constante de gran interés: desde escritores como Salvador Espriu, Joan Fuster, Joan Valls o Vicent Andrés Estellés; artistas plásticos como Picasso, Arcadi Blasco, Eusebi Sempere, Pablo Serrano, Juana Francés, Bruno Rinaldi, Manolo Boix; críticos de arte como Daniel Giralt, Wenceslao Rambla, Romà de la Calle, Ernest Contreras y Félix Cucurull. Miró nos presenta como un artista que no se preocupa en absoluto por la crítica de los sectores más conservadores que no entienden su mensaje y que, en diversas ocasiones, han intentado impedir la difusión de su arte. Una dedicación constante para un pintor que se autodefine como "trabajador del arte", en la forma que otras personas son proletarias de las industrias o trabajan en empresas.
Antoni Miró se convierte en una persona preocupada por el paso del tiempo; sus continuos proyectos, producto de la su incesante actividad mental, hacen que sienta la angustia - a la manera de Proust y los escritores psicológicos - ante el imparable avance cronológico: "el tiempo pasa tan rápido que parece que vivimos a una velocidad cada día más grande. Un año de ahora parece un mes de mi niñez" - escribe en su diario. La mejor manera de superar este sentimiento es dejar constancia de su paso por la vida. "Ya tengo casi sesenta años y tantas cosas todavía por hacer" afirmaba el artista en sus sesenta aniversarios. La escritora Isabel-Clara Simó, una de sus principales amigas, se ha referido en diversas ocasiones, "Antoni Miró es un pintor incómodo, de los que no hace concesiones y extremadamente crítico" y puede que su figura sea incomoda por su constante militancia. Lo cierto es que el interés por su obra crece cada vez más. Un reconocimiento que, poco a poco, va llegando desde todos los frentes culturales. Una figura que se consolida como un referente perenne de nuestra cultura y de nuestra identidad. Una mirada crítica, que provoca la del espectador delante de las injusticias y de la falta de libertad del ser contemporáneo.
Ha sido galardonado con premios como el Joan Miró de Dibujo, el Diploma de Honor del Salón Internacional de Invierno de Londres o el Premio Nazionale Centro de Arte Elba de Palermo, entre otros.
Actualmente está representado en el MACBA de Barcelona, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Oldham de Lancashire (Reino Unido), el Sigmund Freud de Viena, la Calcografía Nacional de Madrid y el Cívico Museo di Milano, entre otros muchos museos y colecciones de todo el mundo.