Miquel Arnal en Terra propone la experiencia de un viaje a los orígenes. Comienza por el cielo; los cielos que Arnal fotografía son serenos, con nubes altas, se abren sobre la pista de aterrizaje e invitan a viajar. Sus imágenes elevan al espectador al cielo para caer luego en la tierra, donde la piedra se hace roca, se yergue sobre el suelo, y así hasta presentar una tierra desconocida a los ojos