«Se me había concedido, pues, contemplar una joya, una maravillosa antología de poetas de notable inte- rés, desconocidos para el lector actual, que nacieron y vivieron en Navarra y que escribieron y publicaron sus mejores composiciones entre finales del siglo XV y principios del XVI. A aquellos olvidados vates al parecer nadie los había tomado jamás en consideración como tales. Antiguos poetas navarros, cuyo nexo común –pues sus escritos atravesaban diversas culturas y temas– era el olvido en que quedaron o estuvieron siempre sus versos, cuando no su marginalidad.» ALFREDO RODRÍGUEZ