El mundo de Shiuan está sentenciado. Ha crecido el nivel de las aguas y se ha resquebrajado el suelo por los terremotos. Un enorme y extraño satélite se viene aproximando y el destino de los pobladores de Shiuan está definitivamente marcado: huir o morir con su mundo. Las únicas vías de escape son las Puertas, esos pasajes entre mundos que fueron construidos por una antigua raza cósmica.