Bodas de sangre y Yerma son dos tragedias rurales donde Lorca explora el conflicto entre el deseo personal y las imposiciones sociales. En Bodas de sangre, una novia huye con su antiguo amante el día de su boda, desatando una cadena de violencia marcada por el destino y el honor. En Yerma, una mujer atormentada por su esterilidad se ve arrastrada por la presión social y la frustración íntima hasta un desenlace trágico. Ambas obras combinan poesía, simbolismo y crítica social para retratar la opresión, la fatalidad y el papel de la mujer en un mundo rígido y tradicional.