En la convulsionada Andalucía del XIX, pocos trayectos se presentaron tan altaneros y retadores como el que, a lo largo de un centenar de kilómetros, transcurría entre Gibraltar y Ronda: abismos insondables, cumbres que se confundían con los cielos, caminos que no eran más que torrenteras y pinos resbaladeros. Bandidos, contrabandistas y aviesos caminantes, formaron también, como costra añeja, parte de un paisaje lleno de escollos en el que tampoco faltaban valles grandiosos, corrientes cristalinas o sorprendentes pueblos.
TAPA BLANDA CON SOLAPA
24X17 CM
PESO: 830 GR