Debido a los problemas existentes de papel en la posguerra, se dio paso a la Colección Crisol: volúmenes similares pequeña en su tamaño de presentación y con papel biblia. Bajo el lema “De lo bueno lo mejor”, la editorial realizó una encuesta popular para seleccionar las obras más importantes de la literatura universal. La variedad de temas tratados y el reducido tamaño de estos libros, hicieron que la colección rápidamente se convirtiese en una de las de mayor aceptación. Algunos títulos se agotaron nada más publicarse, siendo este el motivo por el cual no figuraban en los catálogos.
Los volúmenes, de 12,5 x 8,5 cm y unas 600 páginas, se encuadernaron en plena piel. Dependiendo de la temática de la obra, se asignó un color de piel a la encuadernación: novelas, cuentos, viajes, aventuras y biografías en rojo; la poesía en verde; el teatro en azul; y en corinto el arte, la ciencia, la historia, las leyendas, los ensayos, la crítica, la filosofía, la política, la religión y los temas morales.
Las imágenes son descriptivas e incluyen todos los titulos de las obras.