¡¡¡¡ COMPRAMOS LIBROS DEDICADOS !!!!!
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¡¡¡¡ SOLO DEDICADOS Y FIRMADOS!!!!
GARCÍA MÁRQUEZ GABRIEL - " CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA 1º EDICIÓN - CUBA 1981 - CON DIBUJO ( ORIGINAL ) DE RAMÍREZ VILLAMIZAR E.- FIRMADO Y DEDICADO POR EL AUTOR.
UNA OBRA ÚNICA !!!!!!!!!
EDICIÓN CUBANA 1981 ABRIL . MUY DIFÍCIL DE ENCONTRAR , NOSOTROS SOLO CONOCEMOS DOS ( 1981 ) , PERTENECIENTES AL MISMO COLECCIONISTA. TIENE UN DIBUJO DE EDUARDO RAMÍREZ VILLAMIZAR , PINTOR Y ESCULTOR COLOMBIANO.
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EL LIBRO NO ESTÁ COMPUESTO DE UN SOLO TIPO DE PAPEL DEBIDO A LO SIGUIENTE :
“CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA”
SE TERMINÓ DE IMPRIMIR EN ABRIL DE 1981
POR EDICIONES CASA DE LAS AMÉRICAS
REPÚBLICA DE CUBA
Colección La Honda
Casa de las Américas
Edición 1981
El hecho de que la mitad del libro tenga un tono de papel más claro o distinto en la edición cubana de Crónica de una muerte anunciada (Colección La Honda, Casa de las Américas) no es un error aislado, sino que se debe a las condiciones materiales y editoriales de Cuba a comienzos de los años 80.
Durante los años 1980–1985, Cuba atravesaba una fuerte escasez de insumos importados, incluyendo papel editorial.
Casa de las Américas y otras editoriales (como Letras Cubanas o Arte y Literatura) utilizaban lotes de papel distintos dentro de una misma tirada, según lo que estuviera disponible.
A veces, la mitad del libro se imprimía en papel offset blanco, y la otra mitad en papel reciclado o amarillento, incluso de otro gramaje y hasta 3 tipos de papel distintos.
Era una práctica común en la época, visible también en ediciones de Alejo Carpentier, Nicolás Guillén o Mario Benedetti publicadas en Cuba.
En algunos ejemplares, incluso cambia ligeramente el tono de la tinta porque el papel absorbe diferente.
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Crónica de una muerte anunciada gira en torno al asesinato de Santiago Nasar por los hermanos Vicario, quienes buscan vengar el honor de su hermana Ángela tras ser devuelta por su recién esposo, Bayardo San Román, al descubrir que no era virgen. La historia se desarrolla en un pueblo donde el suceso es conocido por casi todos los habitantes, quienes, sin embargo, no logran o no consiguen evitar la tragedia. La novela reconstruye este evento, ocurrido 27 años antes, a través de testimonios y el enfoque periodístico del narrador, quien fue amigo de la víctima.
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Eduardo Ramírez Villamizar fue un escultor y pintor colombiano nacido en Pamplona, Norte de Santander en 1923. Fue pionero del arte abstracto y minimalista. Ocupó el primer lugar del Salón Nacional de Artistas de Colombia en 1959, 1962, 1964 y 1966
Biografía
Escultor y pintor nortesantandereano (Pamplona, 1923). Eduardo Ramírez Villamizar hizo algunos años de arquitectura en la Universidad Nacional de Bogotá, entre 1940 y 1943, aunque desde adolescente se inclinaba por las artes plásticas. Al dejar la carrera de arquitectura, comenzó a pintar en términos expresionistas, un poco a la manera de Georges Rouault. El paso definitivo al arte abstracto lo dio en París, poco después de su llegada a esa ciudad en 1950.
Características de su obra
Vinculado al arte geométrico, Ramírez no fue un epígono más, sino que realizó una obra personal, caracterizada por la relación estrecha de unas formas planas que, presididas por la línea recta o la línea curva, por diseño y color se imbrican o se engranan entre sí. A veces la composición está dominada por las curvas, otras veces sólo hay rectas, aunque en la mayoría de los casos aparecen unas y otras en los más diversos acoplamientos. El colorido es variado, pero hay un predominio del rojo, el azul, el verde, casi siempre puros, y de los neutros, el negro, el blanco y los grises. La pintura abstracta de Ramírez fue el preámbulo necesario de su obra de escultor. Es tal la unidad de toda su producción, que algunos cuadros anticipan claramente sus primeros relieves e, incluso, anuncian las formas y los espacios de sus esculturas libres.
Entre 1959 y 1964, Ramírez Villamizar realizó numerosos relieves. Los primeros son blancos. Los planos superpuestos, de escaso espesor, prolongan tanto la morfología como las composiciones de las pinturas. Poco a poco los relieves se vuelven más complejos, los elementos se multiplican y sus relaciones se hacen más intrincadas. También aparece el color (el amarillo, el azul, el ocre), aunque el blanco sigue predominando. Los relieves de 1962 fueron dedicados por el artista a la orfebrería precolombina, y aunque estas obras no tienen nada que ver con aquellas piezas, es innegable que Ramírez Villamizar ya era un estudioso del Museo del Oro, en el que aprendió mucho del diseño, la organización de las superficies y los contrastes entre planos lisos y otros muy elaborados de los trabajos prehispánicos.
Desde antes de sus primeros relieves, ya el artista había hecho incursiones en el campo de la escultura exenta. En 1963, en medio de su producción de relieves, Ramírez Villamizar trabajó la escultura libre Homenaje al poeta Jorge Gaitán Durán. Esta obra es un doble relieve, a manera de pared, de la que, a uno y otro lado, surgen elementos proyectados y, en especial, una serie de ondas localizada en el centro del rectángulo. Entre 1964 y 1966 Ramírez realizó otras esculturas exentas: Al poeta Eduardo Cote, Saludo al astronauta, Reliquia y otras. Ramírez Villamizar frecuentó los Estados Unidos desde los primeros años cincuenta.