Se trata de una segunda reedición de la Serie VENDAVAL, que dentro de la Colección DAN editó Bruguera en 1956 con guion de Víctor Mora, que por cierto sacó a la luz a este personaje prácticamente a la vez que su Capitán Trueno. Decimos “segunda edición” porque hubo una anterior en grueso papel demasiado satinado, poco acertada. La que aquí se ofrece viene en papel de aspecto y tacto muy similares al original.
Víctor Mora ya se había estrenado en temas interplanetarios con otro personaje anterior, AL DANY, en 1953. En esta segunda ocasión y con dibujo del internacional Antonio Bernal Romero nos muestra las hazañas del diestro y heroico piloto VENDAVAL que defenderá la Tierra a bordo de “la astronave más moderna y poderosa de cuantas ha concebido el Hombre, movida por fabulosos reactores atómicos”. Naturalmente tendrá unos compañeros de aventuras, el ilustre Profesor Bronstein, y la atractiva científica Karin, conformando el clásico trio de protagonistas, tan habitual en la mayoría de los tebeos de aventuras.
También para el dibujante Antonio Bernal, supone una segunda incursión en el tema espacial pues ya había debutado con otro, no menos heroico piloto, el CAPITÁN ROBLES, en los alargados y verticales Suplementos de Aventuras Pulgarcito (1955). La referencia al CAPITÁN ROBLES en este caso es más que obligada, porque de hecho los dos acompañantes de VENDAVAL – ROBLES son los mismos, repiten nombre y fisonomía: el ilustre Profesor Bronstein, y la atractiva científica Karin. La única diferencia, si exceptuamos el cambio de nombre en el piloto protagonista, es que en VENDAVAL, Karin resulta ser sobrina del profesor.
Respecto a la temática en sí, todos ellos son herederos directos de la saga Flash Gordon, y emergieron en un mundo, los años cincuenta, en que “los marcianos” se pusieron de moda, ayudados desde luego por el cine: CUANDO LOS MUNDOS CHOCAN, ULTIMATUM A LA TIERRA o EL ENIGMA DE OTRO MUNDO (todas ellas de 1951), LA GUERRA DE LOS MUNDOS, VINIERON DEL ESPACIO o directamente INVASORES DE MARTE (igualmente coincidentes en fecha, 1953)… Sin olvidar los vanguardistas precedentes de la saga Alien y sus invasores inquilinos en cuerpos prestados, como “EL EXPERIMENTO DEL Dr. QUATERMASS o la no menos inquietante LA INVASIÓN DE LOS LADRONES DE CUERPOS. Fueron muchas por aquel entonces las películas con temática espacial.
Y aún habían de llegar las japonesas, con sus -en aquel momento espectaculares- maquetas de monstruos gigantescos: JAPÓN BAJO EL TERROR DEL MONSTRUO (rebautizada luego como Godzilla), o LOS HIJOS DEL VOLCÁN, de 1954 y 56 respectivamente, que sacaron de las entrañas de la Tierra por distintos cataclismos atómicos, criaturas antediluvianas. Circunstancia ésta, la resurrección de dinosaurios, que proliferó abundantemente en muchas de aquellas colecciones, desde “El Capitán Trueno” hasta “Pantera Negra”, pasando desde luego por ésta, como podemos ver por sus portadas.
En definitiva, la obra que se ofrece es una ocasión de reencontrarse con aquella sociedad que empezaba a asomarse a una incipiente ciencia-ficción, con un punto de vista algo naif pero que en el momento resultaba subyugante. Esa es precisamente su mayor cualidad, la curiosidad, el descubrimiento del emergente fenómeno de lo fantástico. Imposible olvidar otra deliciosa incursión, LA MUJER Y EL MONSTRUO, una adaptación acuífera del enamoramiento de King-Kong por la bella, en este caso Julie Adams.
El dinámico guion de Víctor Mora, el vigoroso trazo de Antonio Bernal y la cuidada reedición, convierten sin duda la colección ofertada en una interesante oportunidad.