Pequeña y exquisita caja de colección elaborada en nácar y con incrustaciones de abulón, con tapa tallada a mano que presenta una cruz de Jerusalén calada en relieve dentro de un marco geométrico. Las caras exteriores muestran paneles ensamblados con piezas iridiscentes de madreperla, creando un bello efecto de reflejos tornasolados. El interior está forrado en terciopelo rojo, con bisagra metálica original. Por su tamaño y cuidada ejecución, resulta ideal como caja de arras o joyero devocional de viaje.
Medidas: 7 × 5 × 4 cm.
Estado de conservación: Muy bueno en general, tal y como se muestra en las fotos.