Candil de aceite , representativo de una época dorada en que la divinidad se encontraba al alcance de la mano en los rincones mas insospechados. Fundido en bronce, de pequeño tamaño ( 10 cm. ), está ornado con un delicado angelote portando las flechas y el arco propios de Cupido, como Dios del amor, que ilumina la estancia y pasión de los amantes. Pieza única en su género, ( posiblemente del imperio Romano ) dado que esta iconografía pagana, no se corresponde con una época clásica del poder eclesiástico ( el Siglo XVII ), aún y cuando, en determinadas esferas sociales, las bulas religiosas incentivaran la indulgencia de los caprichos de los poderosos.