Mortero Antiguo de Bronce Macizo con Mano - Siglos XVIII-XIX (c. 1780-1840) - Origen Boticario

Singular y auténtico mortero antiguo completo con su mano/mazo a juego, una pieza de gran peso y carácter, elaborada en bronce macizo. Su diseño clásico y su solidez lo hacen ideal para coleccionistas de antigüedades farmacéuticas, utensilios históricos o amantes de la decoración vintage/rústica.
Usos y Contexto Histórico: Estos morteros eran herramientas indispensables en la vida cotidiana de los siglos XVIII y XIX. Eran el corazón de la botica o farmacia, donde se preparaban remedios y pociones. También esenciales en las cocinas tradicionales para la molienda de especias, cereales o hierbas. Su robustez garantizaba una durabilidad de siglos.
Sus medidas son: El mortero (recipiente) mide 11 cm de diámetro en la boca, con una altura de 7.5 cm y una base de 7 cm de diámetro. La mano o mazo mide 17 cm de largo. El peso total del conjunto es considerable: 900 gramos, lo que confirma la densidad y calidad del metal utilizado en su fabricación.
IMPORTANTE: Este artículo NO es una réplica moderna ni un artículo nuevo. Es una pieza genuina que se estima de finales del Siglo XVIII a principios del Siglo XIX, aproximadamente entre 1780 y 1840. Esto le confiere una antigüedad de más de 185 años. Esta datación se fundamenta en:
El diseño clásico con anillos decorativos, muy propio de los morteros europeos de ese período.
La fabricación artesanal por fundición, donde no se aprecian marcas de molde en su elaboración, sugiriendo técnicas más refinadas o antiguas (como la cera perdida o moldes de arena de alta calidad), algo muy valioso en piezas de esta época. El acabado y las posibles imperfecciones son propias de un proceso no industrializado.
La profunda y auténtica pátina oscura que el bronce ha desarrollado a lo largo de casi dos siglos o más, resultado de la oxidación natural por el tiempo y el uso.
El considerable peso para su tamaño, indicativo del uso generoso de material macizo.
El acabado de su base y el interior, que no presentan marcas modernas ni elementos industriales posteriores.
A pesar de las huellas de su larga historia, el conjunto se encuentra en muy buen estado general, íntegro y funcional. Las marcas de uso y el desgaste natural son parte de su autenticidad y realzan su carácter "vintage".
Una oportunidad única para adquirir una pieza histórica con gran valor decorativo y de colección, testamento de la artesanía de épocas pasadas.