Este libro explora la importancia de la inteligencia emocional en la educación de los niños. Adelheid Müller-Lissner argumenta que una buena educación debe enfocarse en el desarrollo de las emociones, ya que el éxito y la realización personal dependen de la capacidad de manejar las propias emociones y las de los demás. Ofrece estrategias para que los padres fomenten la competencia emocional en sus hijos, ayudándoles a ser personas autoconscientes y comprensivas, proporcionándoles herramientas emocionales para la vida.