En los últimos días de la Guerra Civil Española, Julián Besteiro confía una valija con documentos delicados a dos anarquistas con la esperanza de que puedan exiliarse a través del puerto de Alicante. Sin embargo, la espera se vuelve agónica debido a la escasez de barcos, y finalmente son capturados por las tropas franquistas. Son llevados al campo de concentración de Albatera junto con miles de republicanos. El destino lleva a Florencio, un francotirador con experiencia en las guerras del Rif, a una prisión en Madrid, donde comparte recuerdos con un maestro republicano sobre su pasado en la Barcelona de los años veinte, una ciudad marcada por la violencia y el plomo.