Laura tiene un marido guapísimo, dos hijos preciosos y un idílico estilo de vida parisino. Pasa las mañanas compartiendo croissants y un grand crème con sus amigas, y las tardes en el Louvre. Es la vida perfecta, ¿verdad? Pero por mucho que Laura se esfuerce en disfrutar de su vida perfecta, no parece sentirse tan perfecta como debería. Le cuesta estirar el 'quedar para tomar un café' para que dure toda la mañana, la au pair escandinava la está volviendo loca, su marido casi nunca está en su preciosa casa y la sociedad parisina no abraza precisamente a la femme inactiva. Así que, cuando su marido empieza una aventura con la irritantemente pequeña Flavia, Laura decide que es hora de revisar su vida.