Este libro es una biografía de Antonio Salazar, considerado el último patriarca gitano del Pla de l'Aigua en Lleida. El autor, Joan Argilés, describe a Salazar como un activista social incansable, mediador de conflictos y defensor de las minorías. La obra explora la vida de Salazar y su impacto en la sociedad, destacando su profundo arraigo catalán y su defensa de la cultura popular.