Ambientada en dos épocas distintas de la historia de Pasadena, California, Arroyo narra las historias paralelas de un joven inventor y su perro clarividente en 1913 y 1993. En ambas vidas, se sienten atraídos por el emblemático Puente de la Calle Colorado, o Puente del Suicidio, como lo llaman los lugareños, que sufrió un colapso letal durante la construcción, pero que aún así se inauguró con gran pompa en la era del automóvil de principios del siglo XX. Cuando la estructura restaurada conmemora su 80 cumpleaños, una de las ciudades pequeñas más conocidas del planeta es virtualmente irreconocible de su pasado romantizado, y algo inventado. Con calidez e ingenio, la novela de Jacobs profundiza en la estructura más misteriosa de Pasadena y en la ciudad misma. En sus hazañas alrededor de lo que entonces era la carretera más alta y larga de Estados Unidos, Nick Chance y su travieso perro interactúan con algunas de las grandes personalidades de la Edad Progresista, incluyendo a Teddy Roos