En un Madrid que ha perdido el encanto de los años ochenta, Silverio, un cobrador de deudas para una agencia de detectives, se ve envuelto en un arriesgado robo de diamantes. Clara, una monja misionera, lo convence para volver a sus antiguas andanzas, poniendo en peligro su relación con Helena. El objetivo es destinar el dinero de la venta de las joyas a una ONG en África, pero Silverio tiene un motivo personal: evitar que el bar de su madre cierre debido a la especulación inmobiliaria. Lo que parecía un plan sencillo se complica, y Silverio deberá enfrentarse a situaciones inesperadas y peligrosas.