Carrer Ordener, carrer Labat es una conmovedora memoria de la distinguida filósofa francesa Sarah Kofman. El libro comienza con el horrendo momento en julio de 1942 cuando el padre de la autora, el rabino de una pequeña sinagoga, fue arrastrado por la policía de la casa familiar en la Rue Ordener en París, luego transportado a Auschwitz. Termina a mediados de la década de 1950, cuando Kofman se matriculó en la Sorbona. El libro es tan elocuente como directo. Kofman recuerda a su padre y a su familia en los años anteriores a la guerra, luego se vuelve hacia los terrores y confusiones de su propia infancia en París durante la ocupación alemana. No mucho después de la desaparición de su padre, Kofman y su madre se refugiaron en el apartamento de una mujer cristiana en la Rue Labat, donde permanecieron hasta la Liberación. Esta audaz mujer, a quien Kofman llamó Mémé, sin duda salvó a la joven y a su madre de los campos de la muerte. Pero el estrecho apego de Kofman a Mémé también resultó en una ruptura entre madre e hija que nunca se curaría por completo. Este delgado volumen se distingue por la prosa clara de la autora, los horrores cuidadosamente relatados de su infancia y la compostura poco común que le llegó solo con el paso de muchos años.