Este libro analiza las reformas del sector eléctrico en Centroamérica y cómo la privatización de empresas y servicios públicos ha facilitado la entrada de inversión extranjera y transnacionales. Se examinan los efectos de los planes de liberalización en los países centroamericanos, que han resultado en críticas y sospechas de que el control y el poder están en manos de las transnacionales, priorizando la rentabilidad en servicios esenciales como la energía eléctrica. Se plantea la pregunta de qué intereses hay detrás de estas reformas y a quiénes benefician.