En el tranquilo pueblo francés de Lansquenet, la llegada de Vianne Rocher y su hija Anouk marca el inicio de una revolución silenciosa. Vianne, una chocolatera carismática y misteriosa, abre una tienda de chocolates justo enfrente de la iglesia, desafiando las tradiciones y costumbres arraigadas del pueblo. Sus exquisitas creaciones no solo deleitan el paladar, sino que también tienen el poder de despertar emociones y deseos ocultos en los habitantes. Sin embargo, el párroco del pueblo, el padre Reynaud, ve en Vianne una amenaza para su autoridad y la moralidad de su congregación, lo que desencadena una batalla entre la tradición y la libertad, la represión y la indulgencia. En medio de este conflicto, Vianne se convierte en un catalizador para el cambio, invitando a los habitantes a disfrutar de los placeres simples de la vida y a abrazar su individualidad.