Este libro explora la carrera de Clint Eastwood desde sus inicios detrás de la cámara hasta su reconocimiento como director. Analiza su evolución y cómo logró establecerse de forma independiente en Hollywood, permitiéndole rodar con libertad. Se destaca su aparente convencionalismo, que la crítica ha reconocido como clasicismo, llegando a considerarlo como "el último de los clásicos".