En esta obra, Alfred Adler explora las dinámicas de las relaciones entre hombres y mujeres, el amor, el matrimonio y la sexualidad. Adler presenta su teoría de la personalidad a través de la exploración de la sexualidad, reflejando su insatisfacción con las creencias deterministas de Sigmund Freud. Este libro examina la igualdad de los sexos y el concepto innovador de la "protesta masculina", proporcionando una base para las consideraciones actuales sobre la dinámica de la sexualidad, el amor y el matrimonio.