Este libro es un testimonio impresionante sobre la dedicación educativa a los más pobres. Janusz Korczak sacrificó su fama de escritor y puso sus conocimientos de médico al servicio de los niños de la calle, de los huérfanos y de los desamparados, con un sentido indestructible de la ética y la moral. En la obra de Korczak encontramos sintetizadas las aportaciones pedagógicas más relevantes de la primera mitad del siglo XX. El libro está escrito en catalán.