Margarita Ruiz de Lihory era una joven aristócrata que decidió romper con los convencionalismos sociales de los años veinte y vivir una vida llena de intrigas y aventuras. Espía, pintora y empresaria, triunfó en todo lo que se propuso, conociendo el amor de hombres poderosos y viviendo dos guerras que marcaron su destino. Desde las arenas del Rif hasta el palacio presidencial de México, pasando por las calles de La Habana y la élite social de Boston, Margarita dejó su huella en el mundo.