Este libro explora la presencia de las mujeres en el arte a lo largo de la historia, analizando cómo su imagen ha sido utilizada para perpetuar estereotipos de género. A través de una valoración crítica, se examinan las contribuciones de las mujeres artistas y su lucha por acceder al mundo de la creación, reivindicando su dignidad y derechos. Se destaca cómo las artistas se representan a sí mismas en sus obras, ofreciendo una perspectiva diferente a la prescrita por las normas patriarcales. El libro incluye un análisis de la pintura como fuente para la historia de las mujeres, el surrealismo femenino, el arte feminista y el debate sobre igualdad y diferencia en la práctica artística, entre otros temas.