Luther y Nora Krank deciden que, solo por esta vez, se saltarán la Navidad por completo. La suya será la única casa en la calle sin un muñeco de nieve Frosty en la azotea; no organizarán su fiesta anual de Nochebuena; ni siquiera van a tener un árbol. No necesitarán uno, porque el 25 de diciembre zarparán en un crucero por el Caribe. Pero, como esta pareja cansada está a punto de descubrir, saltarse la Navidad trae enormes consecuencias, y no es tan fácil como habían imaginado.