Tras un devastador terremoto que hundió el 70% de Tokyo en el océano, la necesidad por la supervivencia obligó a su gente a obtener recursos de donde sea. En este contexto, una prisión propiedad de una empresa privada no solo condena a los malhechores, sino que también sirve como atractivo turístico. Los presos son a la vez el personal de la atracción y entretenimiento de los visitantes. Ganta Igarashi, un adolescente injustamente condenado a muerte por un crimen que no cometió, es enviado a esta prisión. Allí, deberá descubrir la verdad detrás de la masacre de sus compañeros de curso y sobrevivir a un macabro juego.