En el siglo XVII, China se ve invadida por diversas sociedades misioneras cristianas que fracasan en su intento de convertir a los chinos de la idolatría. Ante esta situación, los jesuitas idean un plan: enviar a Lazzo, un joven pintor lombardo, a la corte del emperador. El artista debe convencer al regente de la utilidad del dibujo en perspectiva, algo que el emperador no ha comprendido hasta ahora. Según los jesuitas, si el emperador aprecia la perspectiva central, también deberá reconocer que solo hay un Dios, el cristiano. 'Der Maler von Peking' es una novela histórica que explora el choque cultural y las intrigas religiosas en la China del siglo XVII a través de los ojos de un pintor.