James Bevan y Cora se encuentran de vacaciones en Jamaica con la esperanza de arreglar un matrimonio fracasado. El supuesto descanso ha sido recomendado por un médico que ni quiere ni cree poder ayudarlos. Cora nunca ha sido capaz de disfrutar en la intimidad con James. Ella se muestra fría y distante con su marido, pero a la vez se manifiesta cálida y coqueta con un corpulento extraño que la corteja. James, desesperado por encontrar algo que valga la pena vivir, primero encuentra consuelo con una prostituta y después se pierde en el estupor del alcohol, transformándose en un borracho impenitente con deseos suicidas.