En el verano de 2016, un cuadro surrealista es robado de un hotel de lujo cerca de la Alhambra, lo que pone en aprietos al ministro de Defensa alemán, su propietario. El rastro del cuadro es sangriento y se extiende desde las celdas de tortura de la dictadura de Franco hasta los ministerios de la República de Bonn. Lennard Lomberg es contratado para encontrar el cuadro, pero pronto se da cuenta de que no se trata solo del robo de una obra de arte perdida, sino de un legado de inmenso poder político. La búsqueda del cuadro se convierte en una persecución y Lomberg pasa de perseguidor a perseguido.