Este libro, escrito por Charles Hulme y Susie Mackenzie, aborda las dificultades graves en el aprendizaje, centrándose en el papel de la memoria de trabajo. Dirigido principalmente a psicólogos profesionales, también es de interés para docentes y estudiantes de psicología. Explora cómo las diferencias en la inteligencia afectan la capacidad de aprender habilidades complejas, especialmente en individuos con un IQ entre 20 y 50 puntos.