Corrine Martin necesita un acompañante para los actos sociales, y aquella subasta en la que consiguió al guapísimo Rand Pearson fue la respuesta a todos sus problemas. Tras abandonar su exitosa carrera como modelo, Lauren Simpson se había establecido en Valle Verde, California, donde tenía la intención de vivir plácidamente con Jem, su hijo adoptivo. Después del último desengaño amoroso, no quería que otro hombre le complicara la vida.