En 1942, Elena, deportada desde la Francia ocupada, encuentra refugio en casa de sus tíos en Ávila, viviendo con el constante temor a ser detenida nuevamente. Poco después de su llegada, un comisario de policía la acusa de pertenecer a la masonería, desencadenando una lucha contra la represión y la búsqueda de una salida que le permita evitar la cárcel. La novela entrelaza el presente sombrío de Elena con sus años de juventud en el Madrid de la República, un escenario vibrante donde persigue sus aspiraciones como mujer moderna. Una historia de resiliencia y esperanza en tiempos de adversidad.