En la hermosa Pern, los colonos se enfrentan a una amenaza inimaginable: esporas mortales que caen del cielo, destruyendo todo a su paso. Aislados de la Tierra y sin recursos, la colonia parece destinada a la extinción. Sin embargo, descubren que los pequeños dragones nativos pueden combatir esta amenaza escupiendo fuego y teletransportándose. Con la esperanza de crear una defensa más efectiva, los colonos recurren a la ingeniería genética para hacer crecer a los dragones y formar un vínculo simbiótico con los humanos, dando origen a los legendarios Dragonriders de Pern.