En el tercer y último libro de la trilogía Dreamwalker, Jessica Drake se enfrenta a un peligroso mundo lleno de dimensiones distantes. Cuando Jessica descubre que su ADN no coincide con el de sus padres, comienza a investigar su verdadera herencia, lo que pone en peligro la vida de su familia y la obliga a cruzar a otro mundo. Allí, en una Tierra alternativa dominada por individuos con poderes mentales aterradores, Jessica se entera de una maldición en su sangre que la destruirá. Ahora, los espectros mortales conocidos como segadores están empezando a atacar a su familia, y para destruirlos, debe buscar una misteriosa torre donde se encuentra el secreto de la creación de los segadores y su propia herencia Dreamwalker. Jessica deberá unir fuerzas con Isaac y Sebastian para viajar a las Badlands, una región de la Tierra alternativa de la que ningún viajero ha regresado jamás. Pero sus esfuerzos por desbloquear los secretos del pasado pronto encenderán las llamas de una antigua guerra, mientras los muertos y los no muertos se reúnen para luchar su batalla final contra los Dreamwalkers, con Jessica e Isaac en el frente, y el destino de todo su mundo en juego.