En 'El abuso del mal', Richard J. Bernstein examina cómo el discurso sobre el mal se ha utilizado políticamente para simplificar problemas complejos y reprimir el debate público, especialmente después del 11 de septiembre de 2001. Bernstein argumenta que esta dicotomía simplista entre el bien y el mal impide el pensamiento original y la discusión crítica. El autor propone un 'choque de mentalidades' en lugar de un 'choque de civilizaciones', donde una mentalidad atraída por los absolutos se enfrenta a otra que cuestiona estos absolutos en la política. Este libro ofrece una crítica devastadora de los usos y abusos de la idea del mal en el contexto político y religioso contemporáneo.