En una tranquila villa de la Francia de los años treinta, Silvio, un hombre que ha dilapidado su fortuna, observa la vida pasar. Una muerte trágica desata una serie de secretos ocultos, revelando cómo la pasión juvenil puede alterar el destino. A través de confesiones entrelazadas, la novela explora las profundidades de la condición humana y el impacto duradero de las decisiones pasadas. Una obra intimista y conmovedora que confirma el talento de Irène Némirovsky como una de las autoras europeas más destacadas del siglo XX.