Ambientada en Toledo en 1625, esta novela narra la historia de una mujer encarcelada por la Inquisición, acusada de brujería. A través del testimonio de Berenjena, una lavandera, se desvela el misterioso origen de la acusada, un bebé hallado con una fiebre alta y envuelto en un chal con bordados extraños. La investigación de Berenjena desentierra secretos peligrosos y muertes inexplicables, determinando el destino de la joven acusada. Una historia de misticismo, fervor religioso, sensualidad y magia en la España del Siglo de Oro.